El poder y la autoridad son conceptos diferentes. Según el ya fallecido sociólogo cristiano Tony Campolo, el poder es la capacidad de ejercer coerción para controlar lo que sucede, incluso en contra de la voluntad de los demás. La autoridad, sin embargo, «se establece cuando alguien es capaz de suscitar cumplimiento porque los demás quieren obedecer» (Choose Love Not Power: How to Right the World's Wrongs from a Place of Weakness, 2009). El amor sacrificial es lo que otorga autoridad. Esta es una formulación sociológica clásica, aunque no es la forma en que normalmente usamos la palabra «autoridad».
En un artículo anterior, distinguí entre poder-sobre y poder-con (Poder-con, enero de 2017). La distinción de Campolo entre poder y autoridad encaja bien en este marco de poder-sobre vs. poder-con. El poder-sobre es coercitivo, controlador y manipulador. El poder-con es colaborativo y, en términos de Campolo, autoritativo. Provoca o invita a la obediencia en lugar de forzarla o amenazar si no se obedece. El amor sacrificial por los demás es la forma en que uno se gana y ejerce el poder-con.
Por ejemplo, una madre anciana y frágil puede no tener suficiente poder físico para obligar a su hijo adulto a hacer lo que ella desea. Sin embargo, ella tiene una gran autoridad sobre él porque él reconoce el amor sacrificial que le ha brindado durante años. No obedece por miedo, sino por amor. Quiere obedecerla por el amor que ella le ha profesado.
Campolo advierte a la Iglesia de que con demasiada frecuencia ha confundido poder con autoridad o, en mis términos, ha confundido poder-sobre con poder-con. Jesús rechazó las tentaciones de Satanás de utilizar el poder para salvar al mundo (Mt. 4:1-11). En cambio, ejerció el amor sacrificial, hasta la muerte en la cruz, para salvarnos. Sin embargo, la Iglesia a menudo utiliza el poder-sobre, ya sea económico, político o religioso, para alcanzar los objetivos del Reino. La llamada izquierda cristiana, por ejemplo, puede utilizar el poder político para intentar erradicar la pobreza y el racismo. La llamada derecha cristiana podría utilizar el poder político para intentar acabar con el aborto y promover los valores familiares. De cualquier modo, podríamos haber caído sin darnos cuenta en la tentación demoníaca de utilizar el poder-sobre para cumplir la misión de Dios. El «cómo» importa.
Para Campolo, «el mundo se salva mediante el amor (sacrificial), y el poder (o el poder-sobre) sólo se utiliza para frenar lo que el amor no puede redimir». Los gobiernos, por ejemplo, tienen poder para reprimir el mal y la injusticia (Rom. 13:1-5). Pero incluso los gobiernos más justos no salvarán al mundo ni traerán el Reino de Dios. Es siempre y sólo a través del amor sacrificial de Cristo, ejerciendo el poder-con, que el reino de Dios se hace realidad.
Nuestra confusión y tendencia pecaminosa a preferir el uso del poder-sobre se extiende también a los juegos de poder religioso en la iglesia, desde el nivel local hasta el denominacional. Estos juegos de poder pueden tomar varias formas, desde la crítica dura y el chisme hasta las reglas rígidas y el uso incorrecto de la disciplina.
El poeta y sacerdote anglicano del siglo XVII, George Herbert, acuñó el proverbio: «El amor gobierna su reino sin espada». El amor auténtico ejerce la autoridad sin armas coercitivas. El poder-sobre utiliza la verdad como arma para controlar a los demás, mientras que el poder-con utiliza la verdad para servir a los demás. La transformación no ocurre a través de la coerción externa y la conformidad a través de varios juegos de poder. La transformación genuina sólo ocurre de adentro hacia afuera, cuando el Espíritu Santo obra a través del amor sacrificial para suscitar obediencia y cambio. Esta es una forma de poder-con; invita a la obediencia voluntaria en lugar de imponer el cumplimiento. Se permite ser vulnerable, ser rechazado como Cristo fue rechazado.
¿No es así como Dios se relaciona con nosotros y con su mundo? ¿No nos gobierna Dios mediante el poder-con y no mediante el poder-sobre? Sigamos a Dios y el ejemplo de Cristo en nuestro trato con el mundo y entre nosotros.
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Shiao Chong is editor-in-chief of The Banner. He attends Fellowship Christian Reformed Church in Toronto, Ont.
Shiao Chong es el redactor jefe de The Banner. El asiste a Iglesia Comunidad Cristiana Reformada en Toronto, Ont.
시아오 총은 더 배너 (The Banner)의 편집장이다. 온타리오 주 토론토의 펠로우쉽 CRC에 출석한다.
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