Skip to main content
He publicado artículos con los que ni siquiera yo estoy totalmente de acuerdo para cumplir con nuestro papel como foro de diversos puntos de vista. Si sólo publico artículos con los que estoy totalmente de acuerdo, entonces sería culpable de convertir The Banner en mi megáfono personal.

Al momento de escribir este artículo (octubre), nuestros esfuerzos de recaudación de fondos para alcanzar nuestra meta de $450,000 han superado la marca de los $400,000 por tercer año consecutivo. Gracias a todos por su generosidad. Cuanto más dinero recaudamos, menos necesitamos retirar de las cuotas ministeriales. Su fuerte apoyo demuestra que comprenden por qué nuestra denominación necesita un foro colectivo que represente de manera imparcial nuestros diversos puntos de vista.

Sin embargo, ser un foro imparcial significa que ocasionalmente publicamos puntos de vista que pueden ser poco populares para algunos. El Sínodo de 1998 señaló que una de las responsabilidades de The Banner (reafirmada por el Sínodo de 2015) es presentar ante los lectores "los temas pertinentes a la vida de la iglesia de una manera que muestre las diversas posiciones que se mantienen dentro de la iglesia y fomente el pensamiento bíblico y reformado sobre estos temas". Para cumplir con esta responsabilidad, se nos concede la libertad de "permitir que la personas de la iglesia expresen sus puntos de vista y reacciones, aun cuando algunos de estos puntos de vista puedan resultarles inaceptables a otros en la iglesia" (Actas del Sínodo 1998, pp. 288-290).

De hecho, he publicado artículos con los que ni siquiera yo estoy totalmente de acuerdo para poder así cumplir con nuestro papel como foro de diversos puntos de vista. Si sólo publico artículos con los que estoy totalmente de acuerdo, entonces sería culpable de convertir The Banner en mi megáfono personal.

Un ejemplo de este tipo de artículo se encuentra en esta edición. Para cumplir con nuestro papel como foro, me he arriesgado a publicar un artículo no solicitado escrito por un delincuente sexual. Me solidarizo con los supervivientes. No creo que las voces de los delincuentes sean moralmente equivalentes a las de los sobrevivientes. Sin embargo, la iglesia está llamada a ofrecer la reconciliación de Cristo a todos, no sólo a los sobrevivientes. Por mucho que el artículo vaya más allá de mi nivel de confort personal, tengo que cumplir con mis responsabilidades. Por lo tanto, lo hemos hecho anónimo para proteger a los afectados.

Por favor, recuerde que todos nuestros artículos nunca suponen ser la última palabra sobre nada. En cambio, están destinados para estimular el pensamiento y la discusión.

El tiempo de Adviento nos recuerda a través de villancicos y lecturas bíblicas que Jesús es el Hijo de David. Aunque el rey David era "un hombre según el corazón de Dios" (Hechos 13:22; 1 Samuel 13:14), era un asesino y un abusador sexual (ya que Betsabé no podía rechazar a un rey poderoso). Debe señalarse que David enfrentó serias consecuencias por sus pecados aun cuando Dios le mostró su gracia. Pero el hecho de que Dios sí le mostró gracia a David e incluso usó el linaje de David para sus propósitos de salvación significa que la iglesia no puede simplemente ignorar la necesidad del agresor por la gracia de Dios. Necesitamos conseguir alguna manera de ser embajadores de la reconciliación de Cristo sin arriesgar indebidamente la seguridad de la gente o revictimizar a aquellos que han sido abusados.

Personalmente, me siento muy incómodo con la sugerencia del autor de posiblemente reintegrar a dichos ofensores a una comunidad eclesial. Quisiera fuertes garantías de que no estarían cerca de personas vulnerables. Pero la misión de Dios sí extiende nuestras zonas de confort. Si Jesús es el médico que llama a los pecadores y no a los justos (Mateo 9:12-13; Marcos 2:17; Lucas 5:31-32), entonces la iglesia es un hospital para los pecadores, no un club para los justos. Tenemos que ver la forma de encarnar esa visión de manera práctica, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables.

Puede que no tenga las respuestas. Pero es mi deber como editor abrir diálogos y hacer las preguntas necesarias

We Are Counting on You

The Banner is more than a magazine; it’s a ministry that impacts lives and connects us all. Your gift helps provide this important denominational gathering space for every person and family in the CRC.

Give Now

X