Skip to main content
En medio de nuestras dificultades, reconocemos que servimos al mismo Dios que los discípulos de antaño.

“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” – Juan 16:33

Cada año, los que vivimos en lugares con una estación de invierno anhelamos ver el nuevo crecimiento y las nuevas posibilidades que trae la primavera. Cuando cambian las estaciones, no sólo vemos la evidencia de ese cambio en nuestro entorno; a menudo vemos también cambios en las actitudes y el comportamiento de las personas. Y ahora, cuando la primavera está dando paso al verano, deseamos el sol y el calor y nos sentimos llenos de las posibilidades de vacaciones y nuevos comienzos.

Dios también provee estaciones de vida. Los "inviernos" pueden incluir dolor, soledad y dificultades. Pero cuando estos tiempos terminan, encontramos esperanza para el futuro. En este mes de junio, muchos de nosotros aún estamos saliendo del invierno que fue el año 2020. Hemos soportado la pandemia, los disturbios raciales, la incertidumbre económica, la polarización política y las divisiones eclesiásticas. Ansiamos la "primavera" que tenemos por delante.

Aunque aún no dejamos atrás al COVID-19, vemos signos de esperanza: las vacunas se están repartiendo y empiezan a aumentar las pequeñas reuniones sociales. Lo mejor de todo es que se están haciendo planes para realizar reuniones en persona en nuestras congregaciones locales.

Asimismo, muchas iglesias están haciendo uso del kit de herramientas "Conversaciones Desafiantes" para aprender mejores formas de conversar sobre temas difíciles, incluso cuando desacordamos. Los esfuerzos de la oficina de Relaciones Raciales de la Iglesia Cristiana Reformada nos han ayudado a muchos a reconocer la importancia del difícil trabajo de la reconciliación racial y la importancia de empezar a realizarlo. Damos gracias a Dios por todo esto.

Me recuerda al Viernes Santo cuando el mundo estaba a punto de cambiar drásticamente para los discípulos de Jesús, pero ellos no lo sabían. Su Señor iba a ser crucificado, y todo lo que más querían estaba a punto de ser destruido. Durante dos días, vivieron en la oscuridad de este acontecimiento devastador. Pero entonces ocurrió la Pascua, y la oscuridad se convirtió en la personificación de la luz por la gracia de Dios.

Nosotros también estamos viviendo una época de oscuridad. En medio de nuestras dificultades, reconocemos que servimos al mismo Dios que los discípulos de antaño. Él es más que capaz de usar todo lo negativo que vivimos y convertirlo en algo positivo para su gloria. No fue una sorpresa para Dios el COVID-19. Él sabía cómo planeaba utilizar esta experiencia en nuestras vidas, sin importar si ésta nos tomara por sorpresa o no.

Sí, existe dolor, pero Dios está con nosotros en medio del dolor. Sí, existe la dislocación, pero Dios está con nosotros en medio de la dislocación.

El Sínodo 2021 ha sido cancelado. Nuestra reunión denominacional, Inspire 2021, ha sido pospuesta por un año. Las bodas, los funerales y otras celebraciones se han retrasado o se han conmemorado de forma distinta a la que queríamos. Pero a medida que empezamos a salir de este tiempo de pandemia, recordamos que a través de todo, ha habido una constante: Dios ha estado con nosotros.

Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Fue crucificado por nuestras transgresiones. Fue puesto en una tumba, pero hoy podemos alegrarnos porque la tumba está vacía. Ha resucitado: ¡Aleluya!

Aceptamos el cambio sabiendo que estamos abrazando a Aquel que permite el cambio. Sigamos dando gracias a Dios hora a hora, día a día, mientras oramos continuamente para que Dios nos dé consuelo y fuerza mientras hacemos el trabajo que ha preparado de antemano para nosotros.

We Are Counting on You

The Banner is more than a magazine; it’s a ministry that impacts lives and connects us all. Your gift helps provide this important denominational gathering space for every person and family in the CRC.

Give Now

X