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La retórica de nuestro mundo cada vez más política y religiosamente polarizado—desde todos los lados—tiende a explotar nuestros temores basados en el pecado.

Hay cinco temores universales. Eso es lo que aprendí hace más de una década mientras guiaba una conversación de un grupo de estudiantes como pastor de campus. Estábamos hablando de un libro secular sobre liderazgo que resumía cinco universales de la naturaleza humana extraídos de estudios antropológicos: el temor a la muerte y su correspondiente necesidad de seguridad; el temor al ajeno y la necesidad de comunidad; el temor al futuro y la necesidad de claridad; el temor al caos y la necesidad de autoridad; y, finalmente, el temor a la insignificancia y la necesidad de respeto. El libro sugería que los líderes necesitan tratar con estos temores universales satisfaciendo sus correspondientes necesidades a fin de unir y reunir a sus seguidores.

Mis estudiantes rápidamente reconocieron cómo los líderes religiosos y políticos inescrupulosos podrían explotar estos temores universales. Por ejemplo, expresaron preocupación por cómo algunos líderes cristianos pueden haber explotado estos temores y necesidades entre cristianos para promover su propia agenda en lugar del evangelio. La necesidad de comunidad, por ejemplo, a menudo se invoca a costa de intensificar los temores de un grupo ajeno o enemigo particular como liberales progresistas, fundamentalistas, secularistas, conservadores legalistas, feministas, o distintas razas y grupos étnicos. A menudo se ha comentado que a los cristianos en América del Norte se les conoce más por lo que se oponen que por lo que representan. Mis estudiantes identificaron líderes políticos en la historia que han explotado de manera similar estos temores.

También reflexionamos si estos temores universales están integrados en nuestra naturaleza humana como Dios nos creó, o si son causados por nuestra naturaleza caída. Yo estoy convencido que estos temores se basan en nuestra naturaleza pecaminosa universal. 1 Juan 4 enseña; “En el amor no hay temor…El que teme no ha sido perfeccionado en el amor”. Y, “Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en ellos” (1 Juan 4:18, 16). Uno de los refranes más repetidos de Dios y sus ángeles celestiales es; “no temas”.

Por esa razón, no puedo ver cómo cualquier liderazgo que une a la gente al apelar a sus naturalezas pecaminosas—sus temores basados en el pecado—sea liderazgo a la manera de Cristo. No es correcto explotar estos temores basados en el pecado y necesidades distorsionadas ni siquiera para fines justificables.

Con la ayuda de Dios, tenemos que reemplazar estos temores basados en el pecado y las necesidades, con universales redentores, centrados en Dios. En vez de temer a la muerte y querer seguridad física, deberíamos temer a Dios y amar a Dios, encontrando nuestra seguridad en el amor de Cristo por nosotros. En vez de temer a los ajenos, deberíamos amar a nuestro prójimo como Dios nos mandó, y de este modo encontrar comunidad genuina. En vez de temer al futuro, deberíamos desear el cielo nuevo y tierra nueva de Dios, y practicar la sabiduría para discernir cómo colaborar mejor en la misión de Dios. En vez de temer el caos y querer figuras de autoridad poderosa para darnos la ley y el orden, deberíamos confiar en la providencia de Dios y buscar la paz de Cristo y la justicia de Dios. Finalmente, en vez de temer la insignificancia y necesidad de respeto, debemos abrazar la verdad que somos creados a la imagen de Dios y redimidos por el amor sacrificial de Cristo. Somos importantes porque le pertenecemos completamente a Dios (Catecismo de Heidelberg, Q&A 1).

La retórica de nuestro mundo cada vez más política y religiosamente polarizado—desde todos los lados—tiende a explotar nuestros temores basados en el pecado. ¿Seremos tentados a hacer lo mismo? En vez de eso, como cristianos neguémonos a ser utilizados. Sea sabio y busque el camino de Dios. No combatamos fuego con fuego, sino elijamos radicalmente el amor sobre el temor—incluso el amor por nuestros enemigos (Mat. 5:43-45).

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